Y con este cambio creo que salgo ganando.
Este era el paisaje que veía desde el ático de Foios, cuando me sentaba en mi mesa de estudio. Mucha luz, pero también el ático de los vecinos. Y no es que hicieran mucha vida en ellos, pero precisamente los que vivían enfrente sí: allí estaba toda la familia a todas horas. Foios, 5 de diciembre de 2009.
Se veía algo de verde, es cierto, pero para verlo había que asomarse a la ventana y buscar al final de la calle. Foios, 5 de diciembre de 2009.
En Eindhoven, desde el ático, sentada en la mesa de estudio, tras el ordenador, esto será lo que vea. ¿No está mal, verdad? 5 de septiembre de 2012.
Y no es que quiera ser oportunista ahora y quejarme del ático de Foios. Ése era único, tan grande que se podía hacer vida en él y del que tantos recuerdos tengo, buenos y malos, pero al que echo muuucho de menos. Y, bueno, si ya pongo esta foto, con esta gente tan estupenda que estaba ese día con nosotros, pues hasta se me salta alguna que otra lagrimita, snif, snif. Pero como hay que procurar mirar siempre hacia delante, lo que tengo que hacer ahora es disfrutar del nuevo, que está ya a puntito!!! Foios, 15 de julio de 2011.
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