Ahora que las temperaturas están como más calentitas (y si no vean la foto. Verdadera, real, sin truco, salvo porque el receptor externo está a pleno sol, donde se puede comprobar fecha, temperatura y localización (EIN, Eindhoven))...
... Ahora, digo, es buen momento para acordarse de esos días de nieve, que no fueron muchos ni demasiados extremos, pero que nosotros, gracias a Otto, vivimos (exageración a la andaluza) a punto de la congelación...
Así lo dejábamos medio qué, listo para salir a la calle, con su nieve acumulada en techo y capó, con sus cristales cubiertos de hielo, con estalactitas colgando de su guardabarros... Eindhoven, 4 de febrero de 2012.
Pero lo que daba más risa era que después de rascar el hielo externo, había que rascar el interno porque el coche tenía la calefacción estropeada y porque el vaho que se formaba, a pesar de llevar las ventanas abiertas (!!!), se iba congelando y había que seguir rascando durante el trayecto... Sí, es buen momento para recordarlo, sobre todo para tenerlo en cuenta la próxima vez que digamos "como no llevemos el coche al taller después se nos va a estropear en el peor momento..." Eindhoven, 5 de febrero de 2012.
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