Jugando en la nieve

Cuando vinimos a vivir a Holanda esta segunda vez ya sabíamos lo que era el país, la gente, el clima. Teníamos una idea de lo que podría ser nuestra vida aquí pero nos hacíamos una pregunta, ¿cómo será vivir en Holanda con un niño de 2 años y medio?

Aún nos quedan mil cosas por experimentar, como la entrada en el colegio de Jaime, que será en febrero de 2013 (sí, el día después de su cuarto cumpleaños... a mí también me costó trabajo comprender que no era una broma), pero una cosa ha quedado clara hasta el momento, con un niño pequeño no puedes quedarte aislado en casa y limitarte a relacionarte con la gente del trabajo y parar de contar. Hay que salir, por ejemplo, al parque, escuchar a gente hablando español con niños pequeños y acercarte a ellos y entablar una amistad, como nos ocurrió con nuestros amigos canarios; o sentarte a tomar un cafelito en el restaurante de Ikea y escuchar, una vez más, el castellano (ahora con acento ecuatoriano, jeje), ver a una pareja con un niño y, nada, a charlar, a quedar y a pasar un día estupendo jugando en la nieve… Esto último fue lo que nos pasó con Adriana, Víctor y Ollie y estas son las fotos de la tarde tan estupenda que pasamos con ellos en su casa de ‘s-Hertogenbosch.

Jaime descubriendo los tesoros de Ollie, sus juguetes... ‘s-Hertogenbosch, 5 de febrero de 2012.

Aunque siempre es más divertido jugar con cualquier otra cosa que un juguete, por ejemplo, dar vueltas al sillón donde intentaba descansar un rato Adriana. ‘s-Hertogenbosch, 5 de febrero de 2012.

Esa semana había nevado y Ollie tenía un trineo así que, nada, a pesar del frío, a la calle a jugar!!!!!! ‘s-Hertogenbosch, 5 de febrero de 2012.

Y con el trineo y las peleas de bolas de nieve, diversión asegurada. ‘s-Hertogenbosch, 5 de febrero de 2012.

Jaime preparado para la nieve gracias a las botas de Ollie... Si es que esto el año que viene no nos pasa, a los primeros fríos estamos en Decathlon equipándonos. La excusa perfecta es que hasta hace un mes no había Decathlon por la zona... ‘s-Hertogenbosch, 5 de febrero de 2012.