El regalo de las Navidades ha sido el “Negativator”, o al menos el que más juego ha dado, aunque supongo que me lo parece porque ha sido uno de los que yo he hecho, concretamente a Manolo.
La cosa es que los hermanos nos hemos puesto a buscar como locos nuestros negativos olvidados y a pasarlos a formato digital.
Como muestra de los “tesoros” encontrados, esta foto que me mandó el otro día Manolo. Prometo más.
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